En los últimos 25 años, la República Dominicana (RD) experimentó un notable período de fuerte crecimiento económico. La economía mantuvo su rápida expansión en los años previos a la pandemia de COVID-19; entre 2015 y 2019, la tasa de crecimiento anual del PIB dominicano promedió un 6,1 por ciento.
El turismo, las remesas, la inversión extranjera
directa, los ingresos por minería, las zonas francas y las telecomunicaciones
ayudaron a convertir a RD en una de las economías de mayor expansión en la
región de América Latina y el Caribe (ALC).
Para el año 2019, el país se encaminaba a cumplir la
meta de alcanzar el estatus de alto ingreso para 2030. Sin embargo, el impacto
global que supuso la pandemia de COVID-19 impactó de forma significativa la
economía de RD, provocando en el segundo trimestre de 2020 una aguda
contracción en todos los sectores críticos, como turismo, construcción y
minería.
El PIB se contrajo un 6,74 por ciento en 2020 y
se espera que crezca un 5,5 por ciento, permaneciendo por debajo de su
potencial en 2021 y 2022. La pandemia ejerce una presión intensa sobre
los ingresos y también sobre los gastos, aunque se espera que en 2021 una
combinación de recuperación económica y mejoras en la eficiencia del gasto
público vuelvan a encarrilar el déficit fiscal hacia una trayectoria
sostenible.
Paralelamente, una gestión efectiva de la deuda y el
desarrollo del mercado de capitales local serán factores cada vez más
importantes para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la deuda y limitar
la exposición al riesgo de tipo de cambio.
Una Década
En los últimos diez años, el crecimiento económico de la RD redujo la tasa de pobreza de forma significativa, favoreciendo a su vez la expansión de la clase media. Aun así, las disparidades en el acceso a las oportunidades económicas y los servicios públicos siguen siendo considerables. La tasa de pobreza en áreas rurales persiste en niveles elevados, mientras que las mujeres enfrentan desafíos desmedidos en todo el país. A pesar del incremento en el gasto social para mitigar el impacto de la pandemia, los estimados oficiales indican que la pobreza creció alrededor de 2,4 puntos porcentuales hasta el 23,4 por ciento en 2020, lo cual representa más de un cuarto de millón de personas (270,000) ha caído en la pobreza. La inversión pública y las políticas focalizadas en agilizar la recuperación de los sectores industrial y agropecuario serán cruciales para recuperar el crecimiento y revertir el aumento en la tasa de pobreza.
Covid-19
La pandemia de COVID-19 empujó a la RD a su primera
recesión en casi 17 años. Para el último cuatrimestre de 2020, se perdieron
desde marzo unos 191,273 puestos de trabajo, con repercusiones muy negativas
sobre los hogares pobres, las mujeres y los trabajadores informales. La
participación laboral se recuperó de un 56,6 por ciento en Q2 hasta 61,1 por
ciento en Q4 2020 pero permanece por debajo de 65,4 por ciento en Q4 2019. El
sector informal se recuperó más rápido que el empleo formal y significó un 51.3
por ciento del empleo total in Q4 2020 en comparación con el 48,4 por ciento
del año anterior. Las reformas estructurales necesarias para
impulsar la formalización incluyen nivelar el terreno de juego competitivo para
nuevos operadores, pequeñas empresas y proveedores locales, así como una
actualización de la normativa empresarial.
Clima
Mientras los diseñadores de políticas se enfocan en
los desafíos más urgentes que supone la pandemia, la RD sigue expuesta al grave
peligro que representan los huracanes, las inundaciones y demás eventos
climatológicos extremos. El acceso a servicios de agua y saneamiento adecuados
mejoró desde principios de la década de 2000, pero la exposición de la RD al
cambio climático amenaza estas conquistas. Los esfuerzos de mitigación y
adaptación ante el cambio climático deben ser complementados por una mejor
gestión de los recursos naturales, en especial el patrimonio costero y marino
del que tanto depende la economía de RD.
Formación
A medida que la pandemia cede, la inversión en
capital humano será crucial para el crecimiento continuo y el desarrollo de la
República Dominicana. El Índice de Capital Humano 2020 indica que hoy en día
una recién nacida en RD será apenas la mitad de lo productiva a lo largo de su
vida de lo que podría ser si recibiese una educación
completa y atención médica adecuada. La RD
ha logrado grandes avances en términos de ampliar el acceso a la educación y la
salud, pero la calidad dispar de estos servicios sigue siendo un gran obstáculo
para el crecimiento de base amplia y el desarrollo del capital humano.
Reorganización Global
Para volver a un crecimiento intensivo en puestos de
trabajo y que favorezca a los pobres, la RD debe fortalecer los encadenamientos
productivos entre empresas locales y exportadoras, reducir los costos
administrativos de la burocracia, mejorar la confiabilidad del suministro
eléctrico y ampliar el acceso al crédito. La rapidez y efectividad con las que
el gobierno interiorice estas reformas determinarán el impacto a largo plazo de
la pandemia sobre la pobreza, el empleo y el crecimiento económico.
Comentarios
Publicar un comentario